jueves, 1 de julio de 2010

El mejor humor proviene de la desesperación absoluta

Eric Idle

IMA SANCHÍS - 19/11/2008

Tengo 65 años. Nací en el norte de Inglaterra y vivo en Los Ángeles. Estoy casado por segunda vez desde hace 32 años. Mi hijo, 32 años, vive en Australia, y mi hija, de 18, en Tailandia. Los humoristas debemos estar más allá de la política para poder criticarla. Agnóstico

¿Qué le hizo humorista?

Muchos psicólogos dicen que los humoristas nacen del abandono, generalmente el materno. La furia y la frustración del niño abandonado se transforman en risa. Los humoristas somos normalmente personas defectuosas y heridas.

En su caso el abandono, por causa mayor, fue paterno.

Sí, mi padre estaba luchando contra los nazis cuando mi madre, en un intento desesperado por que volviera a casa, lo llamó diciéndole que yo estaba muy enfermo. Volvió haciendo autostop y el camión al que se subió tuvo un accidente. Murió aplastado.

Vaya.

A mi madre le afectó tanto, que se vio incapaz de criarme, y a los 7 años me envió a un internado, donde viví hasta los 19. Un lugar durísimo donde no había amor.

¿Le acompañaban los buenos recuerdos de su madre?

El primer recuerdo que tengo de ella, debía de tener 4 años, es llorando en Navidad.

¿Y de todo eso brotó el humor?

Fue en el internado. El humor me permitió rebelarme contra la realidad, y la risa fue la defensa contra el acoso. Era un internado al estilo Dickens, el dormitorio tenía cien yardas, y allí nos apaleaban con bastones y nos quemaban. Yo tenía mi grupo de supervivencia, nos protegíamos. Lo curioso es que Monty Python era un poco lo mismo.

¿Qué aprendió de esa realidad?

Me dediqué a escapar de ella, aprendí a imaginar, a amar la literatura, me entregué a ella. Eso me llevó a la Universidad de Cambridge, donde estudié Literatura Inglesa.

¿Mejoró la relación con su madre?

Nunca fue buena hasta el final. Murió en mi casa de forma muy victoriana, emotiva, porque me dijo todas esas cosas que había callado: que me quería, que estaba orgullosa de mí... Todo lo bueno que no tuvimos pasó en esos últimos tiempos.

Es triste.

Lo único que nos queda es morir bien, así que no está mal.

¿Cuál es la siguiente escena importante?
Llegar a Cambridge fue como dejar la crisálida y convertirme en mariposa. Vi una obra de teatro que cambió mi vida, Beyond the fringe, protagonizada por actores que ahora son históricos. Me di cuenta de que la comedia era un artefacto interesantísimo que ponía toda la verdad al descubierto, y conocí a los amigos con los que crearíamos Monty Python. Teníamos claro que íbamos a hacer algo que nadie había hecho antes.

¿Qué le ha divertido más en su vida?

La hipocresía: la diferencia que existe entre lo que la gente dice y cómo se comporta. ¿Recuerda la fábula del vestido nuevo del emperador? Me encanta ese poder de señalar que el emperador va desnudo: ese es el poder del cómico y su responsabilidad.

¿Cuál de todas las reacciones que suscitó La vida de Brian le sorprendió más?

Lo más sorprendente es que a muchos cristianos les gustó la película. El mensaje era "no dejéis que las Iglesias os maltraten", pero no destruíamos la fe. La gente que reaccionó violentamente no la había visto.

¿Cambió su vida estar crucificado?

Estuve tres días colgado, el tiempo que nos costó rodar esa secuencia. Y desde luego es un lugar muy filosófico.

George Harrison se convirtió en su gran amigo.

Gran tipo, hipotecó su casa para financiar la película. Los Monty Phyton le liberábamos de la trampa, la asfixia, de los Beatles.

Luego usted parodió a los Beatles, ¿era necesario desmitificarlos?

Se habían convertido en un mito, en otra religión, así que creé The Rutles.

Usted le ha dado muchas vueltas al tema del sentido de la vida…

Es como la búsqueda del grial. Ahora tenemos un conocimiento científico muy amplio sobre lo que es la vida, y lo más interesante es que el universo ha creado la inteligencia para verse desde fuera y comprenderse. ¿Pero qué es lo más curioso?

¿?

Que esa capacidad del universo de verse desde fuera y reconocerse a sí mismo y su propio sentido es innecesaria.

¿Y el sentido en un nivel más doméstico?
Las relaciones y el conocimiento de que me voy a morir y que tengo un tiempo limitado, y que por tanto debo agarrarme a los momentos importantes, mejorarlos y disfrutarlos.

Usted tuvo una depresión muy fuerte.
Sí, creo que las crisis son intrínsecas a los humoristas. Hago terapia desde los últimos 15 años y ahora estoy más cómodo y tranquilo con quién soy y hacia dónde voy, aunque ocasionalmente me embargan periodos de gran tristeza cuando me asaltan los recuerdos del internado.

¿Está triste por el pasado?

Hay ciertos patrones de comportamiento que establecemos en nuestra infancia que regresan con toda su carga emocional.

No sabía que los humoristas fueran carne de diván.

Muchos son maniaco-depresivos; de hecho, los más brillantes han vivido una gran desesperación. Creo que el mejor humor proviene de ese sentimiento de desesperación absoluta. Yo me encontraría en un punto medio.

¿A qué teme?

Al internado.

¿Cuál le gustaría que fuera su epitafio?

"Say no more" (no digas más)

10 comentarios:

Unknown dijo...

Genial, pero miremos cosas menos tristes, miremos al norte de Europa, aprendamos a soltar lastre y a evolucionar.

Anónimo dijo...

Estupenda entrevista.
Los videos del post anterior, tremendos.
Aviso por si te pillo bien: estaré por Tossa de Mar los diez primeros días de agosto.
Si quieres que quedemos, Inés, Olga, Ingrid and Sergio para comer, cenar, etc, te invitamos.

Un abrazo.
Programa 3.6

Ingrid Guardiola dijo...

Gracias Artaraz. Procras, a ver si me organizo, que no tengo vacaciones, a ver si lo conseguimos. Mil gracias! un abrazo!

Fernando Gili dijo...

Un maestro.
Excelente entrevista.
Le recomiendo el DVD que acaba de sacar el señor Idle titulado "no es el mesias, es un sinvergüenza".

Siempre suyo
Un completo gilipollas

Ingrid Guardiola dijo...

Querido completo gilipollas,
¡Muchas gracias!!!
Iré al rescate de este DVD, sin duda.
suya no sé si siempre,
I.

Anónimo dijo...

Por lo menos "un completo gilipollas" tiene humor.
Lo puedes traer a la cena y le quitamos la bolsa de cartón.

Abrazo!

Anónimo dijo...

Se me olvidaba:
Felicidades por tu aniversario!

Ingrid Guardiola dijo...

Pues sería divertido! A ver si se apunta Gilipollas
:)
vengo de ver Le rayon vert después de hacer un curso de Deleuze. ¿Cómo pasar de la potencia al acto? pues eso: acto, acto, acto y actas universitarias esta semana.
abrazos!
y gracias por la felicitación: 30! es mucho y es poco...

Anónimo dijo...

No te preocupes por los 30, son pocos.
Yo cumplí 36 el 26 de junio (el mismo día que Sloterdijk dijo mi primera novia cuando me llamó para felicitarme)y creo que son pocos porque sigo con la misma cara de niño (salvo cuando me dejo barba) que cuando tenía 20 (con menos pelo, eso sí, pero lo disimulo y el mulo dijo que sí).

Hoy no me centro con los trabajos de doctorado.

Cómo mola eso de hacer un curso de Deleuze y la peli no la conozco porque me quedé en el cine español de Zulueta y no sé que demonios me pasa pero estoy diluido.

voy a ver si me centro y redacto algo o me veo la semifinal.
Me he metido en un embolao con un ingeniero de teleco y con un primo músico y no sé qué cojones pinto ahí, y lo que digo, que hoy no sale nada.

Abrazo!

Ingrid Guardiola dijo...

hombre, felicidades!!!! yo tengo que poner mucho orden después de estos tres meses de clase, pero que mucho. Ánimos con el doctorado, y como buen cangrejil, unas veces se va hacia atrás, y otras no, no te claves la pinza a ti mismo, vigila con eso. Seguro que al final ha salido.
abrazos,
I.