lunes, 14 de diciembre de 2009

LISPECTOR & GIBBONS


"Pero precisamente la lenta acumulación de siglos amontonándose automáticamente era lo que, sin que nadie se diese cuenta, iba volviendo muy pesada la construcción en el aire, esa construcción iba saturándose de sí misma: se iba volviendo cada vez más compacta, en vez de volverse cada vez más frágil. El cúmulo de vivir en una superestructura se volvía cada vez más pesado para sostenerse en el aire. Como un edificio donde, de noche, todos duermen tranquilos, sin saber que los cimientos fallan y que, en un instante no anunciado por la tranquilidad, las bigas van a ceder porque la fuerza de cohesión está lentamente disociándose un milímetro por siglo (…) Quiero encontrar la redención en el hoy, en el ahora, en la realidad que está siendo y no en la promesa, quiero encontrar la alegría en ESE INSTANTE (…) Quiero la materia de las cosas. La humanidad está impregnada de humanización, como si fuese necesario; y esa falsa humanización estorba al hombre y a su humanidad. Existe algo que es más ancho, más sordo, más profundo, emnos bueno, menos ruin, menos bello (...) De algo estoy segura: si llego al final de este relato, iré, no mañana, sino hoy mismo, a comer y a bailar al Top-Bambino, necesito condenadamente divertirme y distraerme (…) Es que no lo he contado todo. (…) La vida me es, y no comprendo lo que digo. Y entonces adoro… ”
Clarice Lispector, La pasión según GH