El lunes 15 de febrero la cultura española quiso matar o morir, a partes iguales. El 15 de febrero era el último día para pedir las subvenciones de Industrias Culturales del Ministerio de Cultura. Este año sólo se podía hacer por la vía telemática a través del Certificado Digital o el DNI electrónico, según el caso. Llegar al punto de que todo esto funcione no es fácil:
- Tienes que saber dónde hacerte el DNI o Certificado Digital. No todos los sitios son válidos para hacerte el Certificado Digital (para empresas y asociaciones). Hay unas empresas subcontratadas que son las que dan las licencias por el módico precio de 107 euros. Con ello te va la targetita, el CD-Room para instalar el lector y el lector. Pero, atención, los drivers no son compatibles con los sistemas operativos MAC y GNU/Linux (para el caso de los DNI's electrónicos ni idea).
- Una vez tienes todo instalado en tu PC alquilado o prestado tienes que tener el navegador correspondiente y, condición sine qua non, la versión de Java necesaria para que al acceder al formulario online del Ministerio todo funcione.
- Todo tiene que ser compatible (lector, targeta, drivers targeta, sistema operativo, versión de java), lo cual a menudo (o casi siempre) es imposible.
Una estructura del sistema de solicitud de subvenciones que tenía que facilitar las cosas se hizo de la manera más complicada posible, con poca información concentrada y bien explicada; más que nada los operarios de las empresas con los que uno se va encontrando no saben todas las partes del proceso y uno acaba perdido (eso sí, las chicas del Ministerio: un encanto). Pasas pantalla si todo funciona. Si ya has llegado hasta aquí y confías en la infalibilidad de la tecnología, allá tú con tu inocente credo, que la religión siempre se utilizó para engañar el pueblo: el sistema se colapsó (THE SYSTEM HAS BEEN COLAPSED! ALERT!) ante las 1.400 solicitudes que se hicieron en el último día (sí, somos una cultura del "último día, de puro y copa", ¡y qué!, esto no es suficiente si el proceso entra dentro del plazo establecido), teniendo como consecuencia immediata que decenas, centenares de personas (desconozco las cifras, pero por el alarmismo que vivió el ministerio intuyo que son grandes) no pudieran enviar sus proyectos para las subvenciones de las cuales dependen. ¿Cómo un sistema informático se colapsa por 1.400 solicitudes si el público potencial de la red -según los últimos datos- son 1.734.000.000 usuarios? Esperemos que el Ministerio responda como es debido.
1 comentario:
Y olé!
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