Nunca antes de ahora habían recibido los jóvenes de Europa una mejor educación. Sin embargo, uno de cada cuatro europeos menores de 25 años está sin empleo. En diversos lugares, jóvenes que no se sienten representados han levantado campamentos y han hecho públicas sus protestas. Sus métodos no son violentos, pero sus exigencias de justicia social son muy potentes, ya sea en España, en Portugal, en los países norteafricanos, en ciudades de Estados Unidos o en Moscú. Les une la ira ante un sistema político que rescata bancos con deudas exorbitantes mientras al propio tiempo dilapida el futuro de sus jóvenes. Si las esperanzas de las generaciones más jóvenes de europeos son sacrificadas en el altar de la crisis del euro, el tan admirado modelo europeo también fracasará.
El presidente de Estados Unidos John F. Kennedy sorprendió al mundo con su idea de crear, mediante voluntarios, un Cuerpo de Paz: “No preguntes lo que tu país puede hacer por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país”.
Esa es la razón por la que pedimos a la Comisión Europea y a los gobiernos nacionales, al Parlamento Europeo y a los parlamentos nacionales que promuevan una Europa de ciudadanos que trabajen activamente, y garanticen los requisitos financieros y legales, para el Año Europeo del Voluntariado para Todos como un modelo contrario a la Europa establecida de arriba abajo, esa Europa de las élites y de los tecnócratas que ha prevalecido hasta ahora.
El propósito es el de hacer más democráticas a las democracias nacionales para así reconstruir Europa en consonancia con la proclama: “No preguntes lo que Europa puede hacer por ti, sino qué puedes hacer tú por Europa ¡Haciendo Europa!”
Ningún pensador —desde Jean Jacques Rousseau a Jürgen Habermas— quiso nunca una democracia que solamente consistiera en poder votar periódicamente. La crisis de la deuda que actualmente está desgarrando a Europa no es simplemente un problema económico sino también un problema político. Necesitamos de una sociedad civil europea y de las perspectivas de las generaciones más jóvenes si queremos solucionar los asuntos candentes de hoy. No podemos permitirnos dejar que Europa se transforme en el objetivo de un movimiento de ciudadanos indignados contra una Europa sin europeos.
El Año Europeo del Voluntariado para Todos no se ha diseñado simplemente para tapar huecos. No está concebido como una hoja de parra institucional para los fracasos europeos. Consiste por el contrario en una organización de auto-ayuda de desobediencia creativa, como una fuerza compensatoria del poder de las élites europeas y nacionales existente en la política y los negocios. Que ofrece la posibilidad de esperanza y resistencia frente a una falta de visión de futuro institucionalizada. El Año Europeo del Voluntariado para Todos es un acto de autoafirmación de la sociedad civil europea. No configura un sistema de limosnas para la juventud desempleada. Puede utilizarse para volver a aprovechar la creatividad política y la legitimidad necesarias para construir una nueva constitución en la que se participe activamente desde su base. La libertad política no puede sobrevivir en una atmósfera de temor. Solo prospera y consigue establecerse allí donde la gente tiene un techo que le protege y sabe cómo va a vivir mañana y durante su vejez. Por eso el Año Europeo del Voluntariado para Todos necesita de una sólida base financiera. Solicitamos del empresariado europeo que haga su pertinente contribución. Europa: ¿“refugio” o “fortaleza”? Durante las pasadas décadas hemos asistido al auge de la cultura política del encastillamiento, cuyo objetivo es el de defender a Europa frente “al otro” (aquellos a quienes se etiqueta de potenciales enemigos y delincuentes). Pero Europa, la cuna de los derechos humanos, ha sido considerada históricamente como un refugio, un lugar en el que quienes huyen de la violencia y la persecución pueden sentirse seguros. Es esta idea de Europa como refugio y no como fortaleza la que necesita ser revitalizada y puesta en práctica en esa reconstrucción de Europa de abajo arriba. La identidad política europea depende tanto de una mirada introspectiva como hacia el exterior. La sociedad civil europea solamente será una realidad cuando sus ciudadanos aprendan a ver con los ojos ajenos.
Si Europa quiere desarrollar una cultura de abajo arriba, esta será el resultado de las nuevas formas de acción cívica que tienen lugar en las redes transnacionales. Campañas de alcance global y europeo que se desarrollan en ámbitos para cuyos problemas los Estados nacionales no son capaces de ofrecer soluciones adecuadas: degradación ambiental, cambio climático, flujos migratorios y de refugiados, xenofobia, así como también en los diferentes campos de las Artes. Es preciso acordar un nuevo contrato entre el Estado, la Unión Europea, las estructuras políticas de la sociedad civil, el mercado, la seguridad social y la sostenibilidad.
¿Qué tiene de bueno Europa? ¿Cuál es el valor de Europa para nosotros? ¿En qué modelo podría y debería basarse la Europa del siglo XXI? Para nosotros ser europeos es ser capaces de mirarnos a nosotros mismos y de ser autocríticos. Europa es un laboratorio de ideas políticas y sociales que sencillamente no existen en otra parte. La identidad europea es el producto del diálogo y la discrepancia entre muchas culturas políticas diferentes: las del Citoyen, el Citizen, el Staatsbürger, el Burgermatschappij, el Ciudadano, el Opywatel, el Politis, etc. Europa tiene que ver también con la ironía; con ser capaces de reírnos de nosotros mismos.
No hay mejor manera de colmar a Europa de vida y de risa que mediante el esfuerzo conjunto de los europeos de a pie actuando en su propio nombre.
Por favor, apoye esta iniciativa con su firma: http://manifest-europa.eu
Alguns signataris:Yuri Andrukhovych, author; Jerzy Baszynski, journalist; Zygmunt Bauman, philosopher; Senta Berger, actress; Patrice Chéreau, theatre and film director; Rudolf Chmel, literary specialist and former minister for culture of Slovakia; Jacques Delors, former President of the European Commission; Gabor Demszky, former mayor of Budapest; Chris Dercon, Director of the London Tate Modern; Doris Dörrie, film-maker and writer; Tanja Dückers, author; Peter Eigen, founder of Transparency International; Olafur Eliasson, artist; Peter Esterhazy, author; Joschka Fischer, former Foreign Minister of the Federal Republic of Germany; Jürgen Flimm, director of German Opera Berlin; Anthony Giddens, political scientist, sociologist and former director of the London School of Economics; Alfred Grosser, publicist and political scientist; Ulla Gudmundson, ambassador of Sweden; Jürgen Habermas, philosopher; Dunja Hayali, journalist; Uwe-Karsten Heye; Michal Hvorecký, writer; Eva Illouz, cultural scientist; Mary Kaldor, political scientist; Navid Kermani, islam scientist, writer and journalist; Imre Kertesz, Nobel Prize winner for literature; Kasper König; Curator und Director of Museum Ludwig, Cologne; György Konrád, writer and former director of the Academy of Art Berlin; Rem Koolhaas, architect; Michael Krüger, writer and publisher; Adam Krzeminski, writer and journalist; Wolf Lepenies, former director of the Wissenschaftszentrum Berlin; Constanza Macras, choreographer and fashion designer; Claudio Magris, writer; Sarat Maharaj; art historian and curator; Olga Mannheimer, author; Petros Markaris, writer; Robert Menasse, writer; Adam Michnik, journalist and editor in chief Gazeta Wyborcza; Herta Müller, Nobel Price winner for literature; Anna Nedjalkova, headmaster of Varna Free University; Hans Ulrich Obrist, Curator and Director Serpentine Gallery London; Arend Oetker, entrepreneur; Thomas Ostermeier, director of Schaubühne Berlin; Petr Pithart, journalist and former Prime Minister of the Czech Republic; Martin Pollack, publicist and author; Alec Popov, writer; Ilma Rakusa, writer and translator; Peter Ruzicka, composer and director of festivals; Joachim Sartorius, author and former director of Berliner Festspiele; Saskia Sassen, social scientist; Hans-Joachim Schellnhuber; director of the Potsdam Institute of Climate Research; Helmut Schmidt, former Chancellor of the Federal Republic of Germany.
2 comentarios:
Text de Marx, del 1850: “L’endeutament de l’Estat, ans al contrari, interessava directament una part de la burgesia que governava i legiferava al Parlament. Era precisament el dèficit de l’Estat, l’objectiu mateix de les seves especulacions i la seu principal del seu enriquiment. A finals de cada any, un nou dèficit. Al cap de quatre o cinc anys, un nou préstam. Ara bé, cada nou préstam fornia a l’aristocràcia una nova ocasió per sobornar l’Estat, que, mantenint-se artificialment al límit de la fallida, estava obligat a tractar amb els banquers en les condicions més desfavorables. Cada nou préstam era una nova ocasió de desvallestar el públic que col.loca els seus capitals en títols de l’Estat, mitjantçant les operacions a Borsa – als secrets de la qual tant el govern com la majoria del Parlament estaven iniciats. En general, la inestabilitat del crèdit públic i el coneixement dels secrets d’Estat permetien als banquers, així com als seus afiliats en el Parlament i en la Corona, de provocar en l’evolució dels títols públics unes fluctuacions insòlites i brusques el resultat constant de les quals no podia sinó ser la ruïna d’una massa de petits capitalistes juntament a l’enriquiment fabulosament ràpid dels grans especuladors […] D'un que t'estima molt i et veu ben poc.
mira que bé!!!
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