Álvaro García de Playground me entrevistó con relación al MINIPUT (19a Muestra de TV de Calidad -sábado 30 de noviembre de 10 a 22h, gratis, inscripción online) que coordino desde 2002, AQUÍ está el artículo con las declaraciones. A continuación dejo las respuestas completas:
¿Podrías explicarnos un poco la historia del
festival y qué desarrollo ha tenido a lo largo de los años?
El MINIPUT no es un festival de televisión
porque no se dan premios, es una muestra de televisión de calidad partiendo del
INPUT (International Public Television Screening Conference), que se organiza
desde 1976 y donde se han podido ver obras prohibidas como Titicut Follies de
Frederic Wiseman, obras repudiadas por la propia televisión como France Tour
Détour Deux Enfants de Godard, documentales mordaces como The Corporation,
Surplus, obras de Herzog, Morris entre otros, o series documentales que se
avanzaban a sus tiempos como Vis à vis de Patrice Barrat. También se vieron los
primeros realities como Expedition Robinson, un formato sueco que luego ha sido
adaptado en todos los países, además de formatos que ponen al límite el reality
como The Big Donnor Show, How mad are you o The Game of Death. En el MINIPUT
cada año hacemos una selección de lo mejor que se ha pasado en INPUT, además de
dedicar una sesión a los mejores programas locales y autonómicos; este año
hemos incluido el debate sobre el cierre de la televisión valenciana, Canal 9.
Lo importante es traer a los directores o presentar las sesiones para generar
un debate sobre el propio medio televisivo: pensar la televisión desde la propia
televisión. Este año celebramos la 19ª edición en el Teatro del CCCB. Hemos
cambiado de espacio porque cada año tenemos más de 1.400 inscripciones,
personas que pasan a lo largo de las doce horas que dura la maratón.
¿Cuáles son vuestras intenciones?
Demostrar que la televisión no es sólo
televisión basura o entretenimiento, que es un medio de masas muy poderoso que,
a la vez que entretiene, puede educar, informar, hacer crítica de las cosas que
están pasando e innovar formalmente. Como decía, se trata de pensar la
televisión y los formatos televisivos desde la propia práctica televisiva.
¿Cómo ves el estado de las cosas en materia
televisiva en nuestro país? Es decir, ¿Qué te gusta y qué no? ¿Qué cosas fallan
y cuáles se están haciendo bien? ¿Y comparado con Europa?
La televisión generalista, privada o pública,
con la competencia que ha generado la TDT (no digamos internet) ha rebajado
ostensiblemente su calidad. Aún hay una diferencia notoria entre la televisión
privada y la televisión pública (o de servicio público). La televisión privada
está a la merced de los anunciantes, pero lo que se encuentran los
programadores de la televisión pública cada mañana también son los índices de
audiencia, nadie se salva. Con la gran competencia de canales y pantallas, cada
televisión ha buscado su nicho de mercado, ahora hay un canal para los
realities (MTV), para las mujeres (Divinity), para los hombres (Neox), para
jóvenes… Con las fusiones de Antena 3-La Sexta y Cuatro-Telecinco las
programaciones han cambiado, pero aún así, cada cadena conserva su propia
idiosincrasia, La Sexta puede criticar con Évole, Ana Pastor o el Gran Wyoming
al gobierno, que es intocable en Antena 3, son las contradicciones de un
panorama mediático global basado en los clústers mediáticos. En cuanto a la
televisión pública, los programas culturales cada vez son más escasos, en el
caso de TVE había la propuesta del Canal Cultural, que duró poco, aunque
sobrevivieron algunos de sus formatos iniciales (Mapa Sonoro, La mitad
invisible…), el Canal33 tenía más fuerza antes, ahora es para niños durante el
día, y para los programas educativos y culturales por la noche. A menudo estos
programas fantásticos (que los hay) ocupan horas nocturnas imposibles, pienso
en programas como Soy Cámara, Días de Cine, el programa de la casa Encendida.
Ahora en el Canal33 están recuperando Material sensible, un programa a partir
de found footage del 2008, en 2011, en la misma cadena, se emitieron grandes series como 50 años de.
Uno de mis programas favoritos es Inside Nature Giants, de la BBC, que se pasó
en el MINIPUT y en el INPUT y que el Canal33 recuperó. Del Canal33 me quedo
también con programas como Què?Qui?Com? o los musicales; algunos como Ánima han
visto recortado su espacio y duración. Fotografíes también está bien y, como no,
como formato, El Foraster, la adaptación catalana de un formato nórdico que
haría de las delicias de cualquiera de los documentalistas citados más arriba.
De la televisión europea me gustan raras avis como lo que hizo Zizek con su The
Pervert’s Guide to Cinema, también la versión que da de la historia del cine Mark
Cousins y el dueto Charlie Brooker-Adam Curtis en Newswipe y Screenwipe.
También envidio la programación cinematográfica de la Rai3. En cuanto a
formatos, la televisión holandesa y las cadenas públicas nórdicas (SVT, NRK,
DR) son las mejores; en la ideación de nuevos formatos documentales, me quedo
con los anglosajones.
¿Qué opinión te merece la creciente pujanza de
la televisión online con servicios como Netflix frente a la televisión
tradicional?
No hay ninguna duda de que la televisión a la carta es el
futuro, eso y los “eventos mediáticos”, que dependen del estricto presente.
Internet es una televisión a la carta caótica y en low-fi, es la educación
sentimental y audio-visual de los jóvenes, nadie se va a poner con el mando a
distancia. De hecho, plataformas como Imagenio funcionan como una
proto-televisión a la carta, tienes canales temáticos para todos los gustos y
puedes grabar lo que te interesa, es más laborioso, pero sirve igual. Una buena
televisión a la carta tendría que tener una organización semántica del
material, eso sí. Entonces, la televisión digital terrestre tendría que
encontrar su propia especificidad: si las series se ven online, ¿para qué vas a
invertir en series? Tienes que dar lo que no ofrece la red, por eso este sería
un buen momento para arriesgarse con nuevas propuestas, nuevos formatos baratos
y, a la vez, de calidad. Antes en la televisión local (XTVL) existía el DO, un
espacio contenedor para jóvenes productoras, este año ya no programa y nadie ha
colmado este vacío, no hay un espacio televisivo para que los jóvenes teleastas
y realizadores hagan sus operas primas televisivas. El espacio lo ceden a
internet, pero no es lo mismo, aún no es lo mismo, sobretodo para la industria,
ya que la televisión aún da una legitimidad a tu programa, es pasaporte de
entrada para futuras producciones, mientras que en internet dependes del hype o
mueres. Hace falta un espacio para los jóvenes del audiovisual. A la vez, la
televisión ya forma parte de nuestra infancia, por eso una sección dedicada a
la recuperación de viejos programas sería muy pedagógico y a la vez emotivo.
Pienso en el efecto “Fenómena” pero aplicado a la televisión: cómo me gustaría
revisitar El último grito, Glaznost, La bola de cristal (por suerte esta está
casi toda online en la página de RTVE) o incluso programas de entretenimiento
puro y duro como Amor a primera vista o viejas series como Monty Python Flying
Circus o Els joves. Lo viejo y lo nuevo, pero nunca la dictadura de la
actualidad con sus goles dominicales y sus hombres del tiempo diarios, la
pesadumbre del infoshow, la fatalidad de lo neutro.
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