Diario EL PÚBLICO, 18/05/2010, por Gonzalo de Pedro (uno de los programadores del festival Punto de Vista):
Cannes no es para los sanos, dicen por aquí. Jean-Luc Godard debió escucharlo, porque a última hora decidió dar esquinazo al festival mientras cientos de periodistas y profesionales se daban de codazos para ver su nueva película, Film Socialisme, estrenada ayer en la sección Una Cierta Mirada. El plantón, ya insinuado en entrevistas previas, llegó en forma de carta al director del festival: "Querido Thierry Frémaux, debido a problemas de tipo griego, no podré ser vuestro invitado en Cannes. Amistosamente, Jean-Luc Godard", sin más explicaciones. El director volvió a jugar al despiste con una misteriosa alusión a la crisis financiera. La carta manuscrita incluía una página del dossier de prensa de la película con unas palabras de JLG: "Con el festival iría hasta la muerte, pero no un paso más allá".
Así, privados de la que prometía ser la rueda de prensa más suculenta, sólo queda concentrarse en la película y en sus infinitas capas de lectura, que la convierten en un nuevo, fructífero e inagotable pozo cinematográfico del que seguir bebiendo.
Desde los subtítulos "a lo indio", en el que los diálogos quedan reducidos a tres palabras, como si fueran indígenas de los antiguos westerns (Godard dixit), hasta la militancia en el reciclaje de imágenes pixeladas, Film Socialisme es una entrega monumental de un cineasta que ha conseguido lo que nadie: inventar un lenguaje propio. Canibalismo audiovisual, revisión constante de la historia y el cine, juegos con los textos y las citas y, sobre todo, esas capas que forman un collage que navega a partes iguales entre lo sugerente y lo críptico, lo irreverente y lo fascinante.
Profundamente contemporáneo, Godard se sitúa del lado de los cineastas que hacen bandera del reciclaje audiovisual, mezclando imágenes de Internet, VHS y móviles sin tapujos, y que son conscientes de que el cine digital no es como el que se rodaba en celuloide. Quizás sea la película de Godard la única vista en Cannes que reflexiona sobre qué significa rodar cuando los soportes han desaparecido y todo es fantasmal y digital.
En una entrevista reciente, el propio Godard proponía distribuir su filme "lanzando grupos de personas sobre Francia en paracaídas, para que enseñe la película donde caigan", y no estrenándola en Internet, previo pago de siete nada socialistas euros.
De ahí el final de la película: tras una reproducción del cartel antipiratería del FBI, Godard escribe: "Cuando la ley no es justa, la justicia pasa por delante de la ley. No comment".
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