Publicado en el Cultura/s (La Vanguardia) el 03/07/2013
(VERSIÓ CASTELLANA)
WEBDOC PARA LA/S HISTORIA/S
La realidad en 360 grados
Walter
Benjamin escribe: “Ha de exigirse del
investigador abandonar una actitud serena, la típica actitud contemplativa, al
ponerse enfrente del objeto; tomando así conciencia de la constelación crítica
en la cual este preciso fragmento del pasado encuentra justamente a este
presente”. Algo que me recuerda a la verdadera naturaleza del webdoc: un
documental en línea (online) que
exige al espectador “ponerse frente al objeto” activando la mirada y las
decisiones de navegación a través de los fragmentos que se nos presentan de la
historia. El relato, con uno o varios puntos de entrada, puede estar articulado
sobre video, audio, material gráfico o, simplemente, datos, ofreciendo un
metálogo con el usuario-espectador que vive una experiencia, al final,
transformadora, tanto a nivel sensitivo, como cognitivo. De la misma forma que
la multitud y la ciudad moderna, con sus pasajes de cristal, eran el escenario
perfecto para el flâneur, el webdoc
ha tomado el relevo a estos “observadores apasionados” y se convierte en el
escenario ideal para los amantes del “paseo por la/s historia/s”. El flâneur era observador, detective e
investigador de la ciudad a partes iguales (como describía Benjamin) y con la
llegada de las primeras cámaras portátiles a finales del s.XIX la ciudad entera
(esa ciudad que crecía ilimitadamente y perdía su dimensión unitaria) se
convirtió en un plató gigante, “gastronomía para los ojos” que decía Balzac. En 1951, el gran periodista Edward R.
Murrow, en su programa “See it now”, hizo por primera vez la conexión
simultánea de dos imágenes que no compartían el mismo espacio, el Brooklyn Navy
Yard y el Golden Gate Bridge, y dijo: “Un
hombre sentado en su comedor para ver, por primera vez, dos oceanos a la vez”.
En el webdoc la “dimensión panorámica” se alcanza secuencialmente a través del
“salto hipertextual” y de la navegación entre pantallas. Un proyecto pionero de webdoc fue The Aspen Movie Map, un viaje virtual
por la ciudad de Aspen que el MIT lanzó en 1978. Con la llegada de internet, el
contexto sobre el que se asentan las historias y el propio contexto
comunicativo se han hecho, literalmente, globales y han dejado en casi
anecdótica la “ciudad moderna infinita” que describían los finiseculares. Si a
esto le sumamos los audiovisuales 360 grados o la conectividad móbil (tablets,
móviles, Google Glasses), el sueño del “flâneur digital”, del “paseante total”
nunca había estado tan cerca. Llegados a este punto, es imprescindible usar el
webdoc para abordar una mirada, esto es, un conocimiento más complejo,
completo, profundo y participativo sobre la realidad circundante y sobre
ciertos temas históricos, en lugar de que la tecnología sirva para convertirnos
en unos distraídos profesionales.
Encuentros
A
finales de mayo tuvieron lugar las jornadas INTERDOCS dedicadas al webdoc,
coordinadas por Arnau Gifreu en el marco del festival DOCSBARCELONA. Sandra
Gaudezzi destacó del webdoc su capacidad para crear un diálogo entre obra y
usuario, a la vez que el ofrecer un contexto sobre un tema y compartirlo a
través de la interacción con la audiencia, el interactuante que ejerce como tal
ya sea a través de la navegación, los simples comentarios o, en su fase más
desarrollada, con la co-creación de la obra, donde la transformación del
usuario es total. El autor se presenta así como arquitecto que parte de la
interficie y la navegación, usando el vídeo, el audio, el texto o los datos,
como materia prima a través de la cual erigir su obra. Hemos pasado de la
teoría del “flujo televisivo” de Raymond Williams a una cultura audiovisual del
mosaico y del zapping neurótico. Ahí el webdoc es importante, pues inserta el
fragmento en un contexto narrativo mucho más amplio y profundo, de ahí que
permita una relectura de la historia y de los acontecimientos mucho más
compleja que la que nos ofrecen los medios de comunicación. En este sentido, en
la jornada pudimos ver Journey to the end
of Coal sobre las duras vidas de los mineros chinos; los autores son el
estudio Honkytonk Films responsables de otros webdocs como el que hicieron con
Liberation.fr y Curiosphere.tv, Rapporteurs
de Crise, sobre el papel que tienen los eurodiputados en la crisis que
afecta a muchos países europeos, en parte debido a la caída de los Lehman
Brothers en 2008. El estudio UPIAN, presente en las jornadas, presentó ALMA, uno de los webdocs más comentados,
la historia de una pandillera guatemalteca y los terribles episodios de su vida
callejera. Con un presupuesto de 550.000 euros (la mitad venía de la cadena
Arte), utilizaron nuevas estrategias de difusión como el convertir algunos
medios editoriales en broadcasters online
directos (Télerama, Rue89, Time…), cambiando la idea de marqueting por la de
distribución. En la economía de la abundancia y de la hipersaturación de
internet, una de las preocupaciones principales de los webdocumentalista es
cómo llegar al público más allá de los virales. En cuanto a la parte
financiera, distinguen muy bien entre el uso del material de particulares
(gratuíto) y el de entidades públicas o privadas (de pago). En este documental
todo está pensado y diseñado hasta el extremo, también las estrategias 2.0
basadas en una política “strong but soft”. Para evitar el ruido sin fondo que en
el que a veces puede convertirse la web 2.0, hicieron un comisariado de
comentarios en la web, publicando aquellos más destacados por su calidad
(fueran negativos o positivos) que venían de su facebook y twitter. UPIAN ha
pasado de los 1.100 usuarios diarios en su cénit de audiencia de Thanatorama (2007) a los 60.000 de ALMA. A lo largo de la tarde se
presentaron algunos webdocs de factoría española como Las voces de la memoria, de la joven productora Barret Films
(autores de Pedra, Paper, Estisora) o
el proyecto en vías de desarrollo Las
sinsombrero (de Intropía Media y Yolaperdono con la colaboración de TVE,
Wikipedia y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad), sobre un
colectivo de artistas mujeres de los años 20-30’s. Hay mucha gente detrás de
proyectos de webdoc, pero en España tenemos dos vacíos: detectar buenos
programadores interesados en el sector y financiación e inversión económica por
parte de las televisiones, empresas y productoras tradicionales. Ahí queda.
(VERSIÓ CATALANA)
WEBDOC PER A LE/S HISTORIE/S
La realitat en 360 graus
Walter
Benjamin escriu: “Ha d’exigir-se de l’investigador abandonar una actitud
serena, la típica actitud contemplativa, al posar-se davant de l’objecte;
agafant així consciència de la constel·lació crítica en la qual aquest precís
fragment del passat troba justament a aquest present”. Quelcom que em recorda a
la verdadera naturalesa del webdoc: un documental en línia (online) que exigeix
a l’espectador “posar-se davant l’objecte” activant la mirada i les decisions
de navegació a través dels fragments que se’ns presenten de la història. El
relat, amb un o varis punts d’entrada, pot estar articulat sobre vídeo, àudio,
material gràfic o, simplement, dades, oferint un metàleg amb l’usuari-espectador
que viu una experiència, al final, transformadora, tant a nivell sensitiu, com
cognitiu. De la mateixa forma que la multitud i la ciutat moderna, amb els seus
passatges de vidre, eren l’escenari perfecte pel flâneur, el webdoc ha agafat
el relleu a aquests “observadors apassionats” i es converteix en l’escenari
ideal pels amants del “passeig per le/s històrie/s”. El flâneur era observador,
detectiu i investigador de la ciutat a parts iguals (com descrivia Benjamin) i
amb l’arribada de les primeres càmeres portàtils a finals del s.XIX, la ciutat
entera (aquesta ciutat que creixia il·límitadament i perdia la seva dimensió
unitària) es va convertir en un plató gegant, “gastronomia per als ulls”, que
deia Balzac. El 1951, el gran periodista Edward R. Murrow, en el seu programa
“See it now”, va fer per primera vegada la connexió simultània de dues imatges
que no compartien el mateix espai, el Brooklyn Navy Yard i el Golden Gate
Bridge, i va dir: “Un home assegut al seu menjador per veure, per primera vegada,
dos oceans a la vegada”. En el webdoc la “dimensió panoràmica” es dóna
seqüencialment a través del “salt hipertextual” i de la navegació entre
pantalles. Un projecte pioner de webdoc va ser The Aspen Movie Map, un viatge
virtual per la ciutat d’Aspen que el MIT va engegar el 1978. Amb l’arribada
d’internet, el context sobre el que s’estableixen les històries i el propi
context comunicatiu s’han fet, literalment, globals i han deixat en quasi
anecdòtica la “ciutat moderna infinita” que descrivien els finiseculars. Si a
això li sumen els audiovisuals 360 graus o la connectivitat mòvil (tablets,
mòvils, Google Glasses), el somni del “flâneur digital”, del “passejant total”
mai havia estat tan a prop. Arribats a aquest punt, és imprescindible usar el
webdoc per abordar una mirada, això és, un coneixement més complex, profund i
participatiu sobre la realitat circundant i sobre certs temes històrics, enlloc
de que la tecnologia serveixi per convertir-nos en uns distrets professionals.
Trobades
A
finals de maig van tenir lloc les jornades INTERDOCS dedicades al webdoc,
coordinades per Arnau Gifreu en el marc del festival DOCSBARCELONA. Sandra
Gaudezzi va destacar del webdoc la seva capacitat per a crear un diàleg entre
obra i usuari, a la vegada que l’oferir un context sobre un tema i compartir-lo
a través de la interacció amb l’audiència, l’interactuant que exerceix com a
tal, ja sigui a través de la navegació, els simples comentaris o, en la seva
fase més desenvolupada, amb la co-creació de l’obra, on la transformació de
l’usuari és total. L’autor es presenta així com a arquitecta que parteix de la
interfície i la navegació, usant el vídeo, l’àudio, el text o les dades com a
matèria prima a través de la qual erigir la seva obra. Hem passat de la teoria
del “fluxe televisiu” de Raymond Williams a una cultura audiovisual del mosaic
i del zapping neuròtic. Aquí el webdoc és important, ja que inserta el fragment
en un context narratiu molt més ample i profund, d’aquí que permeti una
relectura de la història i els esdeveniments molt més complexa que la que ens ofereixen els mitjans de
comunicació. En aquest sentit, a la jornada vam poder veure Journey to the end of Coal sobre les
dures vidas dels miners xinesos; els autors són l’estudi Honkytonk Films,
responsables d’altres webdocs com el que van fer amb Liberation.fr i
Curiosphere.tv, Rapporteurs de Crise,
sobre el paper que tenen els eurodiputats en la crisi que afecta a molts països
europeus, en part degut a la caiguda dels Lehman Brothers el 2008. L’estudi
UPIAN, present a les jornades, va presentar ALMA, un dels webdocs més comentats, la història d’una
“pandillera” guatemalteca i els terribles episodis de la seva vida al carrer.
Amb un pressupost de 550.000 euros (la mitat venia de la cadena Arte), van
utilitzar noves estratègies de difusió com el convertir alguns mitjans
editorials en broadcasters online
directes (Télerama, Rue89, Time…), canviant la idea de marqueting per la de
distribució. En l’economia de l’abundància i de la hipersaturació d’internet,
una de les preocupacions principals dels webdocumentalistes és com arribar al
públic més enllà dels virals. En quant a la part financera, distingeixen molt
bé l’ús del material de particulars (gratuït) i el d’entitats públiques o
privades (de pagament). En aquest documental tot està pensat i dissenyat fins
l’extrem, també les estratègies 2.0, basades en una política “strong but soft”.
Per evitar el soroll sense fons en el qual de vegades pot convertir-se la web
2.0, van fer un comissariat de comentaris a la web, publicant aquells més
destacats per la sev aqualitat (ja fossin negatius o positius) que venien del
seu facebook i twitter. UPIAN han passat dels 1.100 usuaris diaris en el seu
zènit d’audiència de Thanatorama (2007) als 60.000 d’ALMA. Al llarg de la tarda,
es van presentar alguns webdocs de factoria espanyola, com Les veus de la
memòria, de la jove productora Barret Films (autors de Pedra, Paper, Estisora)
o el projecte en vies de desenvolupament Las sinsombrero (de Intropia Media i
Yolaperdono amb la col·laboració de TVE, Wikipedia i el Ministerio de Sanidad,
Servicios Sociales e Igualdad), sobre un col·lectiu d’artistes dones dels anys
20-30’s. Hi ha molta gent darrera de projectes de webdoc, però a Espanya tenim
dos buits: detectar bons programadors interessats en el sector i finançament i
inversió econòmica per part de les televisions, empreses i productores
tradicionals. Aquí queda.
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